Por: Daniel Andrés Alfonso Álvarez y Laura Ximena López Carvajal.

Para las promociones venideras:
Todo pasó de repente. Aunque habíamos visto a tantas promociones sacar adelante su obra de teatro, no teníamos idea de lo que nos costaría. Y a pesar de todas las dificultades, los retos y el peso del compromiso, fue una experiencia que quedó en el corazón del equipo de teatro completo.
La preparación:
La primera sesión fue disruptiva. Era nuestro primer viernes quedándonos después de las 3pm. Recuerdo que estábamos expectantes en el auditorio del colegio. Nos sentíamos como Simba en el lomo de Mufasa. El grupo de teatro de la promoción 2024 nos entregaba ese día un legado, siendo ellos los primeros en montar una obra al mando del profesor Restrepo. Todo lo que nos contaron ese día no hizo sino avivar más la inquietud de la actuación en nuestro interior.
Los primeros días fueron tediosos. Teníamos una concepción del teatro muy distinta al enfoque de nuestro maestro. No hubo nada de actuación durante mes y medio. Todo se basaba en ejercicios de concentración y, sobre todo, de conexión y diálogo. Conexión visual y energética en el ejercicio clásico de llenar el espacio, el extraño juego en el que se grita ¡Ja! ¡Honto! ¡Jiã! y ¡Piu!, el juego de enumerarse, Vikingo vikingo o el favorito de muchos: Un asesino en el pueblo.Y ejercicios de conexión física como los ejercicios de yoga, estatuas, pato pato ganso y el de exagerar el gesto cada vez más.
De igual forma, comenzamos muchos más estudiantes de los que quedamos al final, y es que la carga académica que demanda décimo es muchísimo mayor a la de años anteriores. Muchos de nuestros compañeros tuvieron que sacrificar sus papeles en el grupo de teatro para volcarse de lleno a pasar décimo. Y para los que nos quedamos, fue extenuante y muchas veces agobiante el tiempo que “perdíamos” en teatro ya que muchos de nosotros hubiéramos preferido utilizarlo en otras cosas. Pero al final, hablo por todos al decir que valió la pena el sacrificio al ver que todo nuestro esfuerzo rindió sus frutos.
Es menester destacar el gran esfuerzo y dedicación de los actores. Fue una experiencia totalmente nueva para cada uno. Se enfrentaron a un público, a la ansiedad de aprenderse el guion y, además, aprendieron a escucharse e interactuar entre ellos para que la obra saliera perfecta el día de la presentación. Todavía recuerdo el día que Antonio hizo las audiciones. Fue enternecedor. Trató al grupo como si fueran actores de profesionales y destacó tanto lo bueno como lo que había por mejorar.

La presentación:
El día de la presentación fue el más bello de todos. Nos sentíamos en El sueño de una noche de verano. Aunque, como es costumbre, por aquellos días en nuestra bipolar capital era de todo menos verano. Entonces, Antonio nos llevó al camerino. Al subir las escaleras nos palpitaba el corazón y nos sentimos como un grupo de teatro de verdad. Para alistarnos, los actores trabajaron con Francisca —la actriz profesional, hermana del profesor Restrepo— haciendo ejercicios, mientras el grupo de montaje alistaba el escenario y el profesor finiquitaba los detalles de la sala. En la tarde, el sentimiento de fraternidad nos invadió cuando almorzamos juntos como un gran grupo.
Ya a las 4pm, los invitados empezaron a llegar poco a poco, y el teatro que antes parecía un espacio grande y abierto, se convirtió en un pequeño lugar donde hasta la respiración se nos cortaba. Los minutos se hicieron segundos y llegó nuestro gran momento. Nos sentíamos en la noche de nuestras vidas. Cada línea de los actores nos recordaba que ese día finalizaba una etapa llena de risas, juegos, peleas, lágrimas, accidentes y momentos inolvidables que como promoción 2025 llevaremos siempre en nuestros corazones.
Como si de un sueño se tratara, el tiempo jugó en nuestra contra y cuando menos lo esperamos habíamos terminado esa etapa. Todos pasamos al escenario y la luz se encendió cegando nuestros ojos. No pudimos evitar sentir nostalgia al recibir los aplausos de nuestros espectadores y todos los elogios que ese día se llevaba el grupo de teatro de la promoción 2025.
Para la heredera de nuestro legado, les deseamos éxitos y esperamos que puedan gozarse esta etapa en el colegio tanto como nosotros lo hicimos. Estamos seguros de que con ayuda de Antonio podrán sacar adelante una gran obra y estaremos expectantes al momento de su debut.
